En función de los síntomas, los objetivos, las características de la persona y sus circunstancias se diseña un plan de tratamiento que se va revisando y modificando según la respuesta.
Combinamos las estrategias de cambio conscientes (lo que nos proponemos cambiar) con la potencia del entrenamiento cerebral para generar nuevas maneras de ver las cosas y reaccionar ante lo que nos ocurre.