Estimular a través del juego (I)

Fantasma Blitz

Al contener figuras de madera en miniatura gusta mucho a los niños y los motiva hacía la tarea.

Además, se puede adaptar a diferentes edades al permitir varios niveles de exigencia.

Se compone de 5 figuras de madera de diferente color y un conjunto de cartas.

Requiere un mínimo de 2 jugadores: mientras uno o varios van jugando y tomando arriesgadas decisiones, otro se encarga de ir pasando las cartas para que el resto las pueda ver.

Todas las cartas tienen dibujadas dos de las figuras de madera, pero se diferencian en un aspecto:

· Cartas con una figura “de igual color”: En la mitad de cartas una de las figuras dibujadas es del mismo color que el objeto real de madera que está sobre la mesa.

Cuando jugamos con estas cartas la tarea consiste en ser el primero en coger el objeto de madera de la mesa que coincide con nuestra carta. Para un único jugador el reto consiste en hacerlo lo más rápido posible.

Se trata de una tarea que requiere velocidad, atención y percepción que pueden realizar los más pequeños (3-4 años).

· Carta “diferente colores”, donde ninguno de los dos dibujos tiene el color correcto: no coinciden en color con el objeto de madera.

En este caso la tarea consiste en coger la figura de madera que “no tenga nada que ver” con la carta: ni dibujo, ni color.

Pongamos un ejemplo, si nos sale una carta con un ratón rojo y una botella blanca:

· Descartaremos lo que coincide en figura: el ratón y botella.

· Descartamos también lo que coincide en color: rojo (sillón), blanco (fantasma).

Nos quedaremos con el libro azul.

En este caso la tarea es más exigente que la fase anterior (requiere un mayor nivel de atención e inhibición) por lo que sería una tarea para niños más mayores (6-7 años). Recordad que la edad propuesta es solo una recomendación, lo importante es respetar el propio ritmo de desarrollo.

· Finalmente, podemos jugar con todas las cartas mezcladas y realizar la acción según la carta que nos toca en cada momento.

En este caso la tarea requiere mucha más flexibilidad cognitiva y atención alternante debido al cambio de demanda según la carta que sale, por lo que se recomienda a partir de los 8 años.

Como veis, es un juego muy generoso, dinámico y para toda la familia.

Esperamos que os guste.

Laura Torres
Psicóloga General Sanitaria
Neuropsicóloga infantojuvenil