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¿He cerrado el coche?

Olvidos, despistes y otros fallos cognitivos

Las funciones cognitivas (memoria, atención, razonamiento) pueden afectarse debido a diferentes razones.

Las funciones cognitivas (memoria, atención, razonamiento) pueden afectarse debido a muchas enfermedades neurológicas (epilepsia, Enfermedad de Parkinson, Enfermedad de Alzheimer y otras demencias) o eventos que dañan el tejido cerebral (ictus, traumatismos craneoencefálicos).

Existen no obstante otros factores que, aunque de manera menos grave, también alteran la eficacia con la que opera nuestro cerebro.

Muchas personas acuden a consulta por quejas cognitivas como olvidar lo que le acaban de decir, tener que apuntar todas las citas, perder el hilo de lo que estaba diciendo, no encontrar las palabras, pasar de una actividad a otra dejando las tareas inacabadas, no poder organizarse y perder eficacia en el trabajo… Al profundizar en el contexto y las características de la persona aparecen circunstancias diferentes pero relacionadas: problemas para dormir, nerviosismo, preocupaciones concretas o inespecíficas (el passar pena), sobrecarga de tareas…

Generalmente, lo que provoca los fallos es un problema de atención, no de memoria; aunque el resultado pueda parecer el mismo. Las capacidades atencionales son limitadas, no podemos prestar atención a todo lo que hay a nuestro alrededor o en nuestro interior al mismo tiempo.  Si pensamos en la atención como en una linterna, aquello a lo que enfocamos entra en nuestro campo de consciencia, es lo que grabamos para después poder recordarlo. Pero lo que queda fuera del foco, es como si no hubiera ocurrido.

Cuando estamos nerviosos o inquietos tenemos la cabeza en muchas cosas a la vez o estamos centrados en un tema de manera constante (un problema, una preocupación, un disgusto). En esas situaciones no disponemos del foco atencional para dedicarlo a otros aspectos (una conversación, donde estamos dejando las llaves, si estamos cerrando el coche…). Esa información no se graba, por lo tanto no queda almacenada y no la podemos recuperar posteriormente. La impresión que tenemos es de haber olvidado ese contenido, pero en realidad no llegamos a codificarlo porque nuestra grabadora estaba en otro canal (o en otros muchos a la vez).

La ansiedad satura nuestro sistema nervioso, desgasta nuestro cuerpo y bloquea nuestras habilidades mentales

Maribel Adrover
Psicóloga General Sanitaria
Neuropsicóloga