La primera reacción ante un pensamiento desagradable es intentar no pensar en él. Hasta nos los recomendamos los unos a los otros “intenta no pensar en eso, que no te afecte”.
Como hemos podido comprobar una y otra vez, tratar de no pensar en algo es la mejor manera de pensarlo más. Intentar hacer voluntario algo involuntario como el olvido, hace que lo tengamos todavía más presente.
La técnica de prescripción del síntoma consiste en encontrar un lugar y momento del día, con un inicio y un final, en el cual concentremos al máximo los pensamientos que nos hacen sufrir, con el fin de poder exteriorizar y canalizar nuestro sufrimiento.
Por lo general se produce un efecto paradójico: dentro del espacio para sufrir, cuanto más se busca estar mal, más se tienen reacciones contrarias.
Intentando evocar el sufrimiento, evitamos que aparezca.
Maribel Adrover
Psicóloga General Sanitaria
Neuropsicóloga
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Nº de Registre Sanitari 4490
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