Cuántas veces nos planteamos que querríamos cambiar cosas, tantas cosas…
Al centrarnos en los aspectos por cambiar solemos hacerlo “a lo grande”, siendo poco concretos en lo que queremos modificar, hasta qué punto, en qué plazos…
Esto hace que nos centremos en lo negativo, en lo que no nos gusta y, más importante aún, que el propósito de cambio se nos haga una montaña.
Una de las tareas clásicas de la Terapia Centrada en Soluciones (desarrollada por De Shazer y su equipo en los años 80) consiste en que, antes de plantearnos lo que queremos cambiar, empecemos por señalar lo que NO deseamos que cambie, lo que nos gusta tal y como está (o nos parece aceptable de momento).
Centrar nuestra atención en nuestros recursos y fortalezas nos puede ayudar a tener una percepción más ajustada a la realidad y animarnos al cambio.
Maribel Adrover
Psicóloga General Sanitaria
Neuropsicóloga
Centre acreditat per la Conselleria de Sanitat
Nº de Registre Sanitari 4490
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