Se define como la capacidad de absorber golpes, propia de los metales preciosos.
Giogio Nardone explica que: “En el caso de los seres humanos, se refiere al desarrollo de la capacidad de gestionar nuestras emociones y reacciones ante condiciones extremas sin agarrotarnos ni rendirnos, sino volviéndonos flexibles, de modo que no nos rompamos, es decir, que absorbamos los golpes de la vida, ya sea en el ámbito personal o en el profesional”.
Rosario Linares describe algunas de las características de las personas resilientes:
1) Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa, permite trazar metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlos.
¿El resiliente nace o se hace? Si crees que esas características o maneras de ver el mundo son un don que se tiene o no se tiene, piénsalo dos veces. Lo que llamamos resiliencia es lo que antes de ese nombrecillo se llamaba madurez, sensatez, fortaleza o consistencia. Y eso, lo puede adquirir uno con tenacidad, trabajo personal y (a veces) ayuda.
Maribel Adrover
Psicóloga General Sanitaria
Neuropsicóloga
Centre acreditat per la Conselleria de Sanitat
Nº de Registre Sanitari 4490
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