Se trata del clásico juego 3 en raya con la diferencia de que cada jugador tiene fichas de diferentes tamaños (grandes, medianas y pequeñas), lo que permite una partida más dinámica ya que las fichas más grandes se pueden “comer” a otras más pequeñas, algo parecido a lo que ocurre con las muñecas rusas. Esta cualidad nos exige una mayor capacidad de planificación y diversión que la partida de 3 en raya de toda la vida.
En cada turno el jugador elige si desea colocar una ficha de fuera el tablero a un sitio vacío de éste o bien puede utilizar una ficha suya que ya se encuentra en el tablero para tapar otra ficha: suya o del contrincante.